Twitter no es una red social, Twitter es una Universidad

Todos los que vivimos inmersos en la hiper economía y la hiper cultura del siglo XXI sabemos lo importante y estratégico que es tanto para las personas como para las empresas estar informados para tomar decisiones inteligentes y oportunas. El acceso a información fidedigna y verdadera le permite a las personas y empresas tomar mejores decisiones en todos los aspectos de sus vidas (bueno, casi siempre).

Pero la pregunta más importante que debemos hacernos como ciudadanos de la Sociedad de la Información es: ¿Cómo transformamos esa información en conocimiento que luego nos genere valor a nosotros y al planeta?

 

En el siglo XXI en un mundo donde más de 3000 millones de personas conversan estudian, aprenden y trabajan interconectados a la web y las redes sociales de forma diaria y casi perenne, la moneda de cambio verdaderamente interesante, de las múltiples que circulan en la web es: ¿Cuánto valor le das a la red y cuánto valor recibes en un juego de reciprocidad que todos practican y respetan, mientras aumenta a su vez la otra gran red: tu red de contactos y logras acceso a más y mejores fuentes de información. A más contactos, más nodos de información de los cuales puedes informarte y alimentarte intelectualmente, y recíprocamente, alimentarlos e informarlos a ellos.

Ya en un artículo previo hice referencia a este ecosistema global de conocimiento y lo llamo:“El sistema nervioso digital del planeta” .

 

Pero… ¿Cómo podemos hacer para procesar tanta información? ¡El gran problema de Internet no es que no hay información es que hay demasiada, y somos bombardeados por ella a diario cada segundo del día!

Pero lo mismo sucede en los Innovation Hubs de todo el mundo: Silicon Valley, Boston, Tel Aviv, Singapur, Tokio, etc. y parece que ellos sí saben cómo sacarle el máximo provecho a esa información y transformarla en conocimiento que luego produce valor.

Por eso amo los semáforos en rojo…

La neurociencia más moderna nos se enseña ahora la enorme plasticidad que tienen nuestros cerebros para seguir aprendiendo, reconectándse y reconfigurándose a lo largo de toda nuestra vida.

Es decir, que si retamos a nuestros cerebros aprendiendo permanentemente (es decir a diario, varias veces al día), si los mantenemos conectados a la red colectando y procesando información, nuestros cerebros de cierto modo, se “conectarán” a la red, aprenderán a procesar los contenidos de forma rápida e inteligente.

Todos tenemos tiempos muertos durante el día: esperando a alguien para una reunión, subiendo en un ascensor, atorados en el tráfico y los semáforos. Los dos últimos son mi favoritos para estudiar en mi universidad favorita: Twitter. Primero, puedo prestar más atención porque el carro no se mueve, ando con headphones para que no me interrumpa la música chicha del taxista y recorro mis diversas redes a la caza de conocimiento. Mis tres redes favoritas son Twitter, Linkedin y Pinterest: Puro conocimiento de la mejor calidad y de las mejores fuentes. Ya he programado esas redes para que trabajen como coaches o profesores para mí 24x7x365.

La plasticidad de nuestra materia gris se adecuará para asimilar, retener y procesar mucha más información de la que podían procesar las personas apenas 10 años atrás. Cuanta plasticidad logre tu cerebro para seguir aprendiendo es directamente proporcional al a cómo te conectas al mundo a través de la redes sociales para cosechar información.

No hay mejor forma de aprender pero primero debes aprender a desaprender. El conocimiento en la red fluye como un activo, creado por personas y organizaciones que se rigen respetando las reglas de la hiper economía del siglo XXI. Pero tus éxitos del pasado te han hecho lento, ya no aprendes al ritmo de antes, y lo peor, te han hecho soberbio, y una persona soberbia pierde la humildad para aprender y sobretodo, aprender a diario

Éste modelo de reciprocidad, que todos los que vivimos activamente en redes sociales sabemos respetar, nos permite transformar toda esa información (que de otro modo solo sería ruido) en conocimiento. A esa nueva camada de adictos al conocimiento se nos conoce como «Knowmads» y dentro de esta tribu brilla sin duda con luz propia un «expert generalist» como Elon Musk.

Pero a diferencia de la mayoría de nosotros, Musk transforma dicha información en conocimiento y ese conocimiento en emprendimientos que están cambiando el mundo como creíamos que era.

Musk, sin miedo está creando futuros previamente inimaginables y de la forma más desafiante se enfrentó al poderosísimo sector petrolero, y los retó creando el auto eléctrico al que muy correctamente llamó Tesla, en honor a uno de los genios más importantes del siglo XX, el serbio norteamericano Nikola Tesla.

Junto con Albert Einstein, Nikola Tesla es uno de los genios más grandes del siglo XX

 

El futuro ha dejado de ser lo que era en el pasado y la economía digital ha acelerado el cambio hasta el nivel que apenas nos cuesta mantenerlos al día de todo lo que sucede en nuestras industrias.

Pero más importante aún es no dejar de aprender. Cuando dejas de aprender en los tiempos en que nos ha tocado vivir cuando la información de todo el planeta está al alcance de tu smartphone la arrogancia de dejar de aprender es un pecado que se castiga con la ignorancia y la irrelevancia.

Este no es un tema de edad, es un tema de actitud frente al mundo. De cómo somos consecuentes o no a la realidad que nos impone la cuarta revolución industrial. Las reglas de juego han cambiado. Yo mismo soy profesor de posgrado y siempre que me paro frente a mis alumnos cuestiono este modelo de educación, es el mismo que hacía de brindaba visto hoteles 325 años antes de Cristo (sólo que él no tenía PowerPoint).

1.  Aprende a desaprender, no puedes llenar un vaso con vino nuevo cuando aún está lleno de vinagre

2.  Programa bien tus redes y entiende que como neuronas, son nodos que te conectan al conocimiento del mundo

3.  Aporta tu también valor no solo con contenido original sino además compartiendo contenido de terceros y compartiendo tu punto de vista.

4.  En fin, transformate en un Knowmad

PD: Este artículo lo escribí mientras esperé media hora para entrar a una reunión.

 

Pablo Bermúdez | CEO de Hashtag | Director de Resultics
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Pablo Bermúdez
Pablo Bermúdez es CEO de Hashtag, una de las principales agencias de marketing digital en el Perú. Cuenta con 25 años de experiencia desarrollando soluciones web para importantes empresas y entidades públicas. Es Director Comercial de Resultics Perú y Profesor de Marketing Digital en la Universidad Peruana de Ciencias (UPC)

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