Por : Pablo Bermúdez
Tenemos la suerte de diseñar y gestionar, desde ya hace algunos años, las redes sociales y la presencia web 2.0 de importantes empresas, marcas internacionales, mineras, bancos, malls y de reconocidos personajes públicos.
Esta experiencia nos ha permitido y nos permite aprender a diario mucho acerca de cómo las empresas y las personas se están haciendo cada vez más sociales, cómo se interrelacionan, cómo hacen negocios, cómo se van abriendo al público, cómo generan “engagement”, cómo conversan, cómo buscan transformarse en “love marks”.
Tres Aproximaciones hacia las Redes Sociales y la Revolución 2.0
1. Redes Sociales bajo el área de Marketing
La mayoría de empresas y ejecutivos aún ven al fenómeno Social Media como algo que afecta y se gestiona fundamentalmente como parte de sus estrategias de marketing o Relaciones Públicas. Reducen entonces a la revolución de lo social a canales multimediales e interactivos a través de los cuales podrán lograr objetivos de marketing, relaciones públicas o ventas: generar awareness, generar demanda, fomentar ventas, atender a clientes, recibir quejas, etc. Sus estrategias social media están bajo el dominio de sus CMOs (Chief Marketing Officers), entran dentro del presupuesto de marketing y se empaquetan como parte de la inversión BTL o Below The Line, como si en pleno siglo XXI las inversiones ATL o Above The Line, dieran mejores resultados.
2. La empresa 2.0
En la siguiente escala de desarrollo se encuentran las empresas, las marcas y las personas que verdaderamente tienen interés en escuchar a su público, a sus stakeholders, que buscan relacionarse con su ecosistema pero no solo para venderle más. Tienen un verdadero interés en entender qué sucede en su entorno, quiénes son sus stakeholders más relevantes, quiénes generan corriente de opinión (positiva o negativa) en sus industrias y cómo lo están haciendo, qué se conversa a diario sobre ellos, sobre su competencia, sobre su ecosistema, sobre su ámbito de influencia. Forman parte de la Revolución 2.0, escuchan, miden y buscan entender. No solo publican y publican información en un sentido, escuchan y miden el resultado de sus posts, tweets e interacciones y las de sus stakeholders. Entienden la enorme importancia que tiene escuchar y entender a su ecosistema. Han detectado un cambio profundo en la forma en que funcionan los negocios, reconocen el enorme poder que tiene la gente al usar redes sociales. Saben intuitivamente que no pueden seguir funcionando bajo paradigmas forjados en el siglo XX, de modelos que funcionaron y fueron válidos en los últimos rezagos de la Revolución Industrial y están tratando de entender cuáles son las nuevas reglas de juego, qué es lo que realmente está sucediendo en su entorno, dentro y fuera de su empresa porque saben que la revolución social media lo está cambiando todo.
3. El “Social Business”
En la tercera escala de desarrollo, a la que se llega progresivamente pasando por las dos fases anteriores, los directivos, ejecutivos y profesionales de la empresa ya son 100% consecuentes con los tiempos que se están viviendo hoy. Se reconocen como miembros activos de la Sociedad de la Información. Sean inmigrantes o nativos digitales, han aprendido a vivir en “Internet time”, son multitarea, multigadget, pero sobretodo, han entendido cuáles son las nuevas reglas de juego de la sociedad 2.0 y han hecho y siguen haciendo los ajustes necesarios de modo que sus empresas, empleados y stakeholders apalanquen su desarrollo en la revolución social media.
No subestimaron a las redes sociales, las han entendido y abrazado su enorme poder. No ven a las redes sociales solo como parte de su estrategia de marketing, las ven principalmente como parte fundamental de su estrategia de innovación, desarrollo y aproximación al mercado.
Han aprendido que en este intercambio permanente de información y valor con sus stakeholders, de tweets, posts, artículos, videos, infografías, comentarios, valoraciones, y conversaciones que van y vienen, se encuentran los insights estratégicos que les permitirán seguir siendo competitivos en el peor de los casos, e innovar y liderar de forma permanente y disruptiva en el mejor.
Un social business se apalanca sobre la revolución 2.0, entiende que todo ha cambiado y que sigue cambiando a diario. Sus ejecutivos entienden que cada persona en su empresa, si se le brinda el acceso, el tiempo, el entrenamiento, la motivación y la responsabilidad correctas, puede explotar al máximo las redes sociales para hacer mejor su trabajo, desarrollarse personal y profesionalmente, modernizar la compañía o detectar ese escurridizo insight que podría hacer toda la diferencia en el futuro inmediato de la empresa.
Un social business, logra leer las señales en el horizonte mucho antes que su competencia porque es una empresa abierta, transparente y en cierto modo, humilde, que sabe que solo aprendiendo a diario podrá seguir innovando y liderando.… Es una empresa que sabe escuchar, de forma diaria y con el máximo respeto a sus stakeholders. Reconoce que son ellos quienes, con su particular forma de vernos, quienes con más seguridad nos pueden decir qué estamos haciendo bien, qué estamos haciendo mal, qué podemos mejorar, hacia donde deberíamos caminar.
Esta forma de vernos, de ver el mundo es aplicable también a la política, a la forma en que se gobierna, desde una PYME hasta una nación. Se está gestando una nueva forma de conciencia e inteligencia universal de la que debemos formar parte, en la que residen el desarrollo futuro, las promesas de la democracia, el desarrollo económico, la justicia social.
¿Seremos líderes disruptivos de esta transformación? Cada uno de nosotros deberá tomar esta decisión… tarde o temprano… pero deberá hacerlo. El mundo no espera.
Pablo Bermúdez
CEO | Hashtag
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