“Me gusta como se ve”, “¡Está quedando lindo!… pero ¿Le puedes cambiar el color, tamaño y la forma? MÉTELE MÁS DISEÑO”. Frases de terror dichas por el cliente.
Como diseñadora gráfica me identifico con estas frases que después de terminar el diseño se suelen oír, y no solo estas, también estas: “Quiero mí logo más grande”, “Aún no tenemos la foto, tampoco los colores de la marca, pero puedes ir avanzando con el boceto”, “Queremos verlo ya” entre otras.
El sueño de todo diseñador es poder crear una buena pieza gráfica, un arte impecable, un brief bien armado; pero seamos sincero, esto está muy lejos de la realidad. Cada vez que creamos una pieza gráfica el cliente tiene que realizar mil cambios y esto es tan frustrante que nos sentimos ultrajados porque es parte de nuestro trabajo, heridos moralmente en nuestro ego y… nos preguntamos: ¿De qué nos sirvió tantos años de preparación, impresiones de madrugada, días sin dormir?, al parecer fue en vano.
Como diría Jack el destripador: “vamos por partes”. Se supone que el cliente nos contrata por una necesidad específica: una asesoría, alguna pieza gráfica, diseño web, etc. Pero, ¿Qué sucede cuando nuestro cliente se empeña en continuar haciendo las cosas a su modo, según lo que ya ha desarrollado su empresa? esta es, sin duda, la peor pesadilla del diseñador.
Los clientes pueden ser personas muy complicadas, al parecer nunca saben lo que quieren y sus argumentos son claros, precisos y llenos de concepto respecto a tu trabajo del tipo: «Me gusta-no me gusta», «Bonito-feo» o «Lo entiendo-no lo entiendo». Este es el origen de la eterna dialéctica entre cliente y profesional del diseño.
¿Te imaginas a un paciente haciéndole sugerencias al cirujano que tiene que operarle?; sin embargo, lo clientes se creen con la capacidad para juzgar una pieza visual, por el simple hecho de que podemos verla. Visualizarla, no es más que una función fisiológica, como defecar; no significa comprenderla, el diseño es más que una imagen bonita, tiene que tener un concepto.
Después de todo lo mencionado, respiremos profundo, sentémonos, prendamos la laptop y sigamos trabajando porque así pasan los días en la vida de un diseñador.
Ana Mora
Últimas entradas de Ana Mora (ver todo)
- Herramientas para hacer el prototipo de una App - 27 de octubre del 2016
- Behance, portafolio de diseñadores - 28 de septiembre del 2016
- ¿Qué es Adobe XD? - 26 de agosto del 2016
Suscríbete a nuestro boletín
Recibe nuestros artículos publicados en tu email