Hace unos meses estuve llevando un taller de imprología que venía incluido en un curso de creatividad, para ser sincera, no le veía mucho sentido al taller ya que asociaba la imprología a Pataclaun, al stand up comedy y a hacer reír; y yo me había inscrito a un curso donde se suponía me enseñarían a crear campañas creativas, no ha actuar.
Es así como en la primera clase me lleve una gran sorpresa, ya que empecé a trabajar en varios ejercicios que hacían que mi mente estuviera al 100%, debía pensar rápidamente en una historia que incluyera a Chuwaka y un tobogán. Así, como decir, en menos de 1 minuto, todas las palabras que se vinieran a la mente. Ese día terminé exhausta, física y mentalmente. Pero con un nuevo concepto de lo que realmente significaba imprología y la estrecha relación que tenía con la creatividad publicitaria. No era solo actuar y hacer reír, era pensar en menos de 2 segundos lo que actuarías para que los demás se rían. Y en medio de esos juegos, es donde salían los mejores insights y las mejores ideas.
Muchos de los imprólogos que realizan stand up comedy tienen los mejores insights, ya que en medio de la burla se asoman verdades del ser humano que nos da roche admitir, como por ejemplo Jerry Seinfeld nos hace pensar que en las salas de espera de los consultorios no sirven para nada y solo son únicamente para “esperar”.
Lo cierto es que muchos de los que nos dedicamos a la publicidad, ya sea diseñadores, redactores o communitys, tienen que lidiar con clientes o con cambios de última hora en una. Es en estos puntos en donde aplicar una herramienta como la imprología es nuestro mejor salvavidas. Por ejemplo, para vender una idea necesitamos ser desenvueltos, seguros de que nuestra idea es la mejor del mundo y transmitir confianza. Se debe de usar un tono de voz específico, así como un lenguaje corporal apropiado, ya que todo eso influye al momento de transmitir un mensaje en nuestro caso; una idea.
Una buena idea mal contada es una mala idea y una mala idea bien contada es una buena idea.
En el caso de un cambio de idea a última hora, no nos queda otra que improvisar y descubrir nuevos caminos. Lo interesante de la impro es lo mucho que te hace descubrir en tu propia mente, ya que no existe el error sino más bien este viene a ser un nuevo punto de partida.
Otro factor importante es el trabajo en equipo, muchos de nosotros trabajamos con más de dos personas para sacar una campaña o una idea y eso no es siempre es sencillo. Pero en un equipo de impro, cuando están en el escenario, vemos como todos tienen contacto visual, están atentos en el movimiento de su compañero, le prestan atención y existe confianza entre ellos. Por ejemplo, un equipo de creativos en medio de una reunión debería funcionar de la misma manera, siempre atentos a los que dice el compañero, a sus gestos y manteniendo el contacto visual.
Después de dos meses de taller, puedo decir que la impro tiene mucho que ver con la creatividad. Me enseño a ver las ideas desde diferentes ángulos, me dio rapidez mental en respuesta a problemas que se nos presentan en el día a día y, sobre todo,que equivocarse no es tan terrible.
Daniela Ochoa
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