Hoy estuve en reunión con un cliente el cual nos comentaba que su rubro era la interpretación de big data.
Algo a lo que en realidad no le había prestado mucha atención pero es tan o más importante que una simple investigación de mercado común que hacen las marcas.
Con la interpretación de la big data se puede llegar a conocer a un consumidor ha capas más profundas que solo segmentación por edades, sexos, NSE o distritos. Una buena interpretación de la data te permite no llegar a 1 millón de posibles clientes si no, a 100,000 clientes asegurados.
Quedé impresionado cuando escuché algunas de las cosas que hace un par de años en un evento de marketing dijeron que había que apostar más por el big data pero que seguimos siendo reacios a los cambios, reacios a utilizar o digitalizar los negocios. Conocer a tu público al punto de saber qué talla es, cada cuánto compra un producto tuyo y cuáles son sus hábitos alimenticios, colores favoritos, restaurantes y un sinfin de gustos o conductas.
Este mundo es de quienes se adaptan a la digitalización, de quienes no siguen (a pesar que aún les funcione), el camino análogo que por tantos años vienen explotando pero no le dan una oportunidad de modernidad y posibilidad de capitalizar más y efciente.
Diego Ponce
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