Hablar de realismo mágico en la literatura es hablar básicamente de un estilo literario que se genera y sobre todo caracteriza a la literatura latinoamericana de mediados del siglo xx; vale decir, desde los años 50 en adelante.
La característica fundamental, como su nombre muy bien lo dice, nos presenta hechos mágicos o imposibles de creer pero que podrían ser reales en algún contexto de tiempo.
Es introducido a la literatura hispanoamericana por el venezolano Arturo Uslar Pietri con el ensayo El cuento venezolano el año de 1947.
En novela se cree que el que introduce este género es el cubano Alejo Carpentier, dos años más tarde con “El reino de este mundo” en 1949.
Es a partir de entonces cuando el boom latinoamericano de los 50 empieza a manifestarse en toda su magnitud y grandeza, dentro del cual podemos citar a escritores de la talla de García Márquez, Miguel Ángel de Asturias – ambos premio nobel de literatura – ; Juan Rulfo y Carlos Fuentes entre otros; que nos llevan a descubrir de una forma clara y directa el manejo de la narrativa visto desde una nueva forma que nos traslada con los personajes a distintas épocas de tiempo a través de vivencias que se encuentran almacenadas en la memoria del personaje y que salen a la luz relatadas en primera persona como si estuvieran sucediendo realmente en ese instante. Caso claro y ejemplar de graficar, lo podemos ver en novelas como “La muerte de Artemio Cruz” de Carlos Fuentes, donde el personaje va haciendo memoria en su lecho de muerte de sus distintas vivencias en el tiempo, y en “Pedro Páramo” de Juan Rulfo donde todos los hechos se desarrollan en un pueblo fantasma y todos los personajes son difuntos que conversan entre sí.
Suele citase como máximo exponente y referente literario de este género al colombiano Gabriel García Marqués con su novela “Cien años de Soledad” que nos narra toda la historia de la familia Buendía y el mágico pueblo de Macondo con sus diversas ocurrencias y supersticiones a lo largo del tiempo; sin embargo, existen también aquellos que citan a Juan Rulfo con Pedro Páramo como el mayor exponente de esta corriente literaria. Queda pues a criterio de cada uno decidir cuál de ellos es; lo que sí nos queda claro a todos los que amamos la literatura es que con este género, la narrativa universal dio un salto inmenso para el inicio de lo que es hoy por hoy y ya desde hace más de 50 años. Una literatura que nos mantiene a todos con ganas de seguir creyendo que el mundo de las letras y la narrativa tienen mucho por darnos todavía, de aquí en adelante.
Los invito pues a adentrarse en el mundo del realismo mágico e investigar más a fondo acerca de su universo tan fascinante y diverso.
Eduardo Alayza
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