Hace unos días, uno de mis amigos de Facebook compartió un artículo súper interesante sobre el uso de la tecnología y los niños. Este amigo es un profesor universitario con más de 10 años de experiencia, con una maestría en docencia y padre primerizo. En su humilde opinión, él decía estar de acuerdo en que el desarrollo de la imaginación era por lejos la mejor tecnología.
Lo cierto es que el artículo compartido planteaba la idea de que los niños deben pasar sus 6 primeros años sin tecnología, que lo primero que se debe hacer es ayudar al cerebro “a pensar”.
Yo aún no soy madre, pero tengo sobrinos de 2 y 6 años que paran pegados a una Tablet o a un Smartphone, los cuales manejan a la perfección. Siempre que llego de visita me quitan el celular y no hablan más, solo para decirme que quieren bajar un juego que su papá pagará con la tarjeta de crédito. Y cuando no les das el celular lloran a más no poder.
Frente a este comportamiento, el cual no veo solo en mis sobrinos sino es más niños de hasta 1 año que su principal juguete es el Smartphone del papá, y después de leer el artículo empecé a investigar y ver que decían sobre este tema.
Existe una postura muy clara que dice que las nuevas tecnologías son positivas para la sociedad y algo sumamente importante. Sin embargo estas no serían del todo positivas para el desarrollo del cerebro de los niños, sobre todo de los más pequeños. Ya que reduce su capacidad de autocontrol, al estar sobre estimulado y no tieendo la posibilidad de ejercer control. También llegan a perder el interés por cosas más lentas, se acostumbran a tener estímulos rápidos y cuando nos los encuentran se empiezan a aburrir. Ahora, tampoco se trata de no dejar que el niño agarre un aparato tecnológico, por ejemplo si salen de paseo y toman una foto, sería tonto no enseñarles las fotos ya que su cerebro procesa imágenes y le ayuda a crear los recuerdos. Lo que sí es necesario es no dejar al niño en el sofá con el dedo en la pantalla por horas.
Entiendo que los niños de ahora son “nativos digitales”, pero solo estar jugando no quiere decir que precisamente lo sean. Lo que logran es desarrollar el movimiento de la mano y la visión.
Otro factor es el reflejo de los padres, ellos imitarán todo lo que vean a su alrededor. Si los padres pasan todo el tiempo frente a un Ipad es más sencillo que los niños quieran probar más pronto esa tecnología.
Existe también otro factor, este positivo, de que se utilice como refuerzo educativo en las escuelas, por medio de juegos didácticos y teniendo un tiempo específico para su uso.
«(La tecnología) puede ser una herramienta útil e interesante si se utiliza en el lugar adecuado para ayudarnos a aprender, y no todo el tiempo ni como reemplazo de otras cosas».
Lo cierto, es que los padres juegan un papel muy importante en el aporte negativo o positivo de la tecnología en la vida de sus hijos. Estas herramientas no deberían ser usadas como un refuerzo para el padre cuando el niño demande atención, hay que darle afecto, hablarles, jugar con ellos. Así como llegado el momento de que utilicen estos aparatos, enseñarles el autocontrol al darles un tiempo específico de uso y que no se enfaden cuando este tiempo termine.
Es importante enseñar al cerebro a pensar, a estar atento, imaginar, crear, no está mal que el niño se aburra porque es ahí donde nace la creatividad.
Como leía por ahí: “La imaginación es por lejos la mejor tecnología. El resto está programado aunque pienses que no”.- Carlos Dulanto
Daniela Ochoa
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