No cambies, adáptate

no-cambies

Nací en 1994, año en el que todavía se podían ver niños disfrutando de dibujos blandos de Discovery Kids o Cartoon Network y la única preocupación que teníamos era jugar, comer y dormir. ¿Cómo olvidar esas épocas donde las chapadas o a las escondidas era la mejor diversión que se podía encontrar?

Conforme pasaban los años, me fui dando cuenta muy rápidamente que el mundo en el que solía vivir sin mayores preocupaciones, no existía más. Fue solo cuestión de tiempo para poder ver que los juegos que antes llamaban mi atención y que compartía con los demás niños de mi edad, no eran más los preferidos de esta generación, que la Barbie o carrito que se solía pedir para Navidad había sido reemplazado por una Tablet o un celular de última generación, que la celebración de quince años fue cambiado por un boleto de avión para viajar internacionalmente y que el regalo de ingreso a la universidad dejó de ser una cena familiar y entró a tallar el auto 0 km.

La forma de pensar de una nación, y del mundo en general, pueden verse influenciados de diversas formas conforme avanza la era digital junto al mundo moderno. Y no es para menos, pues si vamos a paso de tortuga o no nos dejamos llevar por toda esta enorme corriente contagiosa, lo único que lograremos es quedarnos estancados en un mundo que ya no es el de antes. Pero todo debe tener un sentido. La esencia de alguien como persona no puede verse afectada negativamente por el uso de internet o el mundo digital en general. Démosle su lugar y démonos el nuestro. No cambiemos las reuniones familiares por tardes en un videojuego, las cenas con amigos por una conversación en whatsapp o las salidas al cine con una posterior caminata por estar estancados en páginas de chismes averiguando la vida de quienes realmente no nos importa. Hay de todo y para todos, y el hecho de que se demandemos más cada día, insita a que se creen más cosas para que quedemos satisfechos.

Adaptarse al nuevo mundo no tiene que ver con alejarse de la gente y vivir enterrados en una computadora o un celular, adaptarse es aprender a vivir con lo nuevo manteniendo siempre lo nuestro. Si somos lo suficientemente inteligentes para manejar sin problemas la alta tecnología, pues también lo somos para entender que es algo que no nos puede dominar.

Así que no cambies, adáptate.

The following two tabs change content below.
Adriana Muñoz

Adriana Muñoz

Egresada de la carrera de Negocios Internacionales de la Universidad San Ignacio de Loyola con una mención en Marketing. Asistente de Gerencia en Hashtag.

Suscríbete a nuestro boletín

Recibe nuestros artículos publicados en tu email

Artículos Relacionados

Ver todos los artículos