Recuerdo que hace años leí el libro “Los hombres que no aman a las mujeres” del autor y periodista de conciencia social sueco Stieg Larsson, este libro me impactó mucho, porque cuenta la desgarrado historia de mujeres que fueron violadas, maltratadas por un hombre cuyo placer era abusar y torturar de ellas, también entendí que el machismo es como la lepra, sino se corta de raíz nunca va a parar, pasa de padre a hijo y así de generación en generación.
Desde niñas nos enseñaron a cuidarnos, a ser prudentes al momento de salir, nacimos fuertes pero nos hicieron débiles, crecimos con la mentalidad de ser el sexo débil, pero, ¿por qué?, ¿Por qué tenemos que cruzar la pista para evitar a un grupo de muchachos reunidos en una esquina? ¿Por qué hay que soportar los silbidos y “piropos” mientras caminamos por la calle? Basta ya de quedarnos calladas, como cualquier ciudadano, tenemos derecho a vivir con la seguridad de que no seremos observadas, tocadas o acosadas.
Según el ministerio de la mujer 54 mujeres han sido víctimas de feminicidio en nuestro país y otras 118 se salvaron de estos ataques en lo que va del año. Cada día que pasa nos enteramos de más caso en donde se nos humilla. En estos últimos días, la justicia declaró prisión suspendida a dos hombres que golpearon brutalmente a sus parejas, eso sin contar que estos casos fueron mediáticos, no quiero pensar cuál es el resultado de otras mujeres que van a presentar una denuncia por violencia. Hablamos de un acto tan miserable como el golpear a una mujer, ¿Es que acaso estos hombres no tienen madre o hermanas? Qué podemos esperar de nuestras leyes con estos resultados.
Al ver todo esto, solo me queda decir: Duele ser mujer, duele entender que por más pruebas que existan, siempre vas a ser la culpable de un golpe, de una violación, de un insulto, duele entender y comprender que al ir a una comisaria a denunciar un caso de violencia, lo primero que te preguntará será: ¿Y cómo iba vestida señorita?, ¿Qué hacía a tan altas horas de la noche sola?, o respuestas como: Mejor regrese a su casa y arregle sus problemas junto a su marido… solo la insultó, debe aprender a portarse bien.
De nosotras depende que todo esto cambie, por nosotras y por todas las víctimas que alguna vez fueron violentadas, decimos basta. Por nosotras y por ella, gritamos que nada justifica un feminicidio. Por nosotras y por ella, exigimos leyes que condenen este tipo de violencia. Porque no hay derechos para las mujeres en un patriarcado. Porque nos cansamos de que nos tomen como el sexo débil. Porque nunca más volveremos a tener miedo si estamos unidas.
Te espero este sábado 13 de Agosto todas a una sola voz: Tocan a una tocan a todas.
Ana Mora
Últimas entradas de Ana Mora (ver todo)
- Herramientas para hacer el prototipo de una App - 27 de octubre del 2016
- Behance, portafolio de diseñadores - 28 de septiembre del 2016
- ¿Qué es Adobe XD? - 26 de agosto del 2016
Suscríbete a nuestro boletín
Recibe nuestros artículos publicados en tu email
Etiquetas
Artículos Relacionados
Ver todos los artículos
