Crear un logotipo puede parecer rápido y sencillo pero no es tarea fácil. No basta con el nombre de la marca o el logotipo de una empresa; tiene que decir mucho sobre su carácter, la actividad que realiza y su gente.
Para diseñadores con experiencia es una de los mayores retos que pueden asumir, por ello se tienen que seguir algunas reglas básicas, desde armonías de color hasta el buen uso de la tipografía que vamos a emplear.
A continuación mencionaremos algún consejo para poder realizar un buen logotipo.
Un logotipo debe ser simple:
La simplicidad ayuda a que sea fácilmente reconocido y memorable. Lo barroco quedó atrás y podemos expresar con menos lo que queremos, recordemos que: “menos es más”. Los diseños sobrecargados o complejos son más difíciles de asimilar.
Se recomienda utilizar como máximo 3 colores, elegir una tipografía fácil de leer y no usar por nada del mundo efectos como degradados y sombras paralelas. Si el logotipo se va a usar en web o en lugares donde admita algún efecto concreto (reflejos, 3D, etc.) ya tendrás tiempo de adaptarlo más adelante pero la versión original debe ser lo más simple posible.
Un logotipo debe ser memorable:
Podemos crear el logotipo más lindo del mundo, pero si este es similar al de la competencia, poco servirá. Uno de los fines principales del logotipo es que la gente los reconozca y lo recuerde. Debe ser único y por ende lo más creativo posible, así se posicionará en la mente de nuestros consumidores.
El logo debe responder a las preguntas ¿Por qué? ¿Quién? y ¿Qué?
Tenemos que hacer que nuestro logotipo nos represente y de la misma forma que el comprador se sienta identificado con él.
Entender es una parte importante del proceso de creación, ya que de esta forma evitaremos crear logos que no tengan nada que ver con el producto.
Si deseas realizar un buen logo para cualquier cliente entonces deberás obtener respuestas a las siguientes preguntas:
¿Por qué necesita este logo?
¿Quién es el objetivo?
¿Cuál es el propósito?
Debe aparecer en blanco y negro:
La contraposición blanco y negro despierta unos cambios que dependiendo de las cualidades de tu marca puede ser lo que buscas. A través de esta regla podremos asegurarnos que la simplicidad está siendo correctamente utilizada. Tu logotipo tiene que estar preparado para que pueda aparecer en blanco y negro, el hecho de que un logo se vea e implique los mismo en negativo asegura que el concepto sea el que realmente esté actuando.
El logo debe perpetuarse:
Un logo realmente bien diseñado sobrevive los cambios en las tendencias año a año, puede sufrir cambios pequeños pero a grandes rasgos se mantendrá sin modificaciones.
El logotipo perfecto es aquel que perdura mientras las modas cambian, pero como es muy difícil, lo normal es que nuestro logotipo se vaya adaptando a los cambios de las modas. No hay que cambiar nuestro logotipo todos los años, sino cuando veamos que no se adapta a la actualidad.
Ana Mora
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