Si bien es cierto ya pasó casi un mes desde la marcha contra la violencia a la mujer, pero las cifras siguen subiendo, asesinatos, violaciones, golpes, ataques contra ellas, este no es articulo feminista como otros, es solo un aporte, un eslabón más en la cadena de lucha contra la violencia que existe en nuestro país.
Creí que jamás sería parte o testigo de algún tipo de violencia, mi experiencia solo se trataba de leer y ver noticias o escuchar a otras personas que pasaron por algún tipo de violencia contra ellas o contra otras mujeres.
Hace algunos días, todo andaba bien, me encontraba en medio de una conversación amena con algunas amistades, de pronto ella, así la llamaré, intervino, dando su punto de vista del tema que comentábamos de la manera más normal y constructiva y él, así lo llamaré, no la tocó, no la golpeó, pero comenzó a insultarla y estos ataques verbales nunca pararon.
Quedé atónita, jamás creí que estaría en medio de una situación como esta. Sin embargo no callé, grité, protesté y reclamé con mucha razón que esa no es la manera de responder, porque ella solo opinó.
Él, muy altanero y a la defensiva como nunca lo había visto simplemente huyó como tal cobarde que es, no dio más explicación de que su carácter «era así», y que así seguiría siendo.
Hablé con ella, le increpé que porque no lo dejaba, que no era un buen hombre, que no se merecía ese tipo de tratos, ella solo decía si, si lo haré, escuché de lejos como ella trataba de que todo fluyera para bien. Él después de ensimismarse la miró con odio, con el rencor más puro y siguió con sus ataques.
Sé que ella no lo dejará, la verdad que no sé porque! Me irrita la situación, si ella no hace nada, no lo denuncia, ¿Por qué no hace nada para estar lejos de él?, ¿Por qué querer a un abusador?, ¿Qué tan difícil es separarte, sino tienes nada que te una a él?
Las cifras lo dicen, la violencia no para y las autoridades hacen poco para mejorar la situación. En 2015, en Perú, 232 mujeres de un de cada 100 mil fueron víctimas de mentes enfermas, según los estudios. A esto añadamos que alrededor de 2900, mujeres murieron por homicidio intencional y más de 600, murieron por arma de fuego.
Recuerden que la violencia no solo se define por los golpes, o por los asesinatos, sino también los gritos sin razón, es ejercer fuerza a otro perturbando su tranquilidad.
La violencia doméstica es la de mayor porcentaje, y lastimosamente aumenta cada día, algunas mujeres buscan el refugio del hogar tras los acoso callejeros, pero para otras el llegar a casa es el peor trauma, y al hacer una denuncia, en muchos casos los hombres de ley simplemente hacen caso omiso a las suplicas y no se cercioran de la situación que viven las víctimas.
En 1992 en Lima, Perú se promulgó la Ley contra la Violencia Familiar.
En 1994, en Belem do Pará, Brasil, se reunió la Organización de Estados Americanos (OEA) para adoptar el Convenio para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer.
Espero de todo corazón que no solo las leyes cambien, castigando justamente a los agresores, también espero que ella, como muchas mujeres cambie, por su propia salud, porque él no cambiará y si así lo hizo con ella, también lo hizo con otras y para él ella fue, es y será de su propiedad.
Sandy Vivanco
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